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Así será grata al SEÑOR la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días de antaño y como en los tiempos antiguos.

“Entonces me acercaré a ustedes para juicio y seré veloz testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran para engañar, contra los que oprimen al jornalero, a la viuda y al huérfano, y contra los que hacen agravio al forastero sin ningún temor de mí”, ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos.

Los que roban a Dios

“¡Porque yo, el SEÑOR, no cambio; por eso ustedes, oh hijos de Jacob, no han sido consumidos!

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